viernes, 7 de mayo de 2010

Barrabás el asesino

Me sucedió hace tiempo, viajé al Distrito Federal por motivos de trabajo, estando allá decidí salirme un rato del hotel tras una larga jornada de juntas donde lo único que hubo fueron regaños ya que la compañía estaba registrando pérdidas en dólares pero ganancias en pesos, no hay lógica.

Decidí irme al sur de la capital del país, me metí a un centro comercial que está por Av. Cuauhtémoc, después me fuí a dar el rondín por las calles aledañas yo sólo confiando en que nunca me han asaltado en el D.F., ni en Guadalajara.

Pasaba cerca de un salón de eventos de lujo, cuando sin querer le pegué a un tipo el cual enfureció y me dijo:

-¡Qué te pasa pendejo, no me andes pegando, fíjate por donde caminas imbécil!
-¡Uy!, no se te vaya a arrugar la camisa pues- Le contesté con tono de alguien que es de Jalisco.
-Mira cabrón, ahora si me cagaste la madre, ven porque te vamos a marcar con un plumón para después irnos a un estacionamiento para tirarte de balazos mientras tú corres como zorra simulando una casería, aquí te quedas con nosotros hasta que la fiesta se termine- me contestó el mismo tipo que andaba vestido todo de negro con una corbata plateada y tenía el cabello medio largo y chino, que además era delgado de complexión.

Posteriormente me di cuenta de que esa banda donde además estaban otros tres hombres y dos mujeres vestidas de manera muy fresa, extorcionaban a gerentes de estacionamientos de los centros comerciales para hacer ahí sus mafias, prostituir mujeres y encima pedían regalías por las jugosas ganancias que dejan los consumidores que se meten a dichos lugares.

Mientras esa bola de hampones me tenían secuestrado literalmente hablando afuera del salón, pude ver que la fiesta estaba conformada por gente de la alta sociedad donde oscilaban personas entre los 25 hasta los 60 años de edad y el motivo del festejo era en relación a un equipo de futbol que acababa de ganar el campeonato de la primera división, aquellos delincuentes la estaban haciendo de guardias del lugar con el objetivo de ubicar a sus víctimas y asaltarlos unas cuadras adelante del lugar.

Ya eran las 3 AM y ya me estaba preocupando por mi trabajo ya que tenía junta a las 8 AM y no pasaba policía que me rescatara, en eso una de las chavas le gritó a los demás miembros del grupo "Ahí va Barrabás", en eso pude notar la cara de preocupación de quienes antes eran unos envalentonados criminales, por supuesto que me pregunté quién era ese cabrón, le cuestioné a la chava que parecía la más accesible del grupo y me dijo que el dichoso Barrabás era un asesino serial protegido por el gobierno el cual mataba sin piedad a sus víctimas no importando la edad, sexo o condición física (si era discapacitado o no), prefería a la gente de la alta sociedad ya que tenían más cosas para robarles, sin embargo la verdadera razón por la que asesinaba era por puro gusto.

De paso la chava me contó la historia de Barrabás, le decían así por tener una barbota pero no se sabia su verdadero nombre, fue criado en un barrio pobre de algún pueblo del Estado de México y en su adolescencia emigró al D.F. donde aprendió a robar en el metro después de haber fracasado como boleador de zapatos allá por la estación de Balderas y su coraje vino después de que un cliente no le quiso pagar por un trabajo "mal hecho" y para cobrarse le quitó la cartera y el reloj, pero cuando el señor quiso acusarlo con la policía, la gente entró en su defensa argumentando que ya le debía dinero a varios marchantes de por ahí siempre con el pretexto de que lo que le vendían era malo. De decía que también odiaba a las mujeres ya que ninguna le hizo caso ni a los homosexuales ya que no eran "normales" y todos merecían morir.

Pude ver a Barrabás y me percaté de que usaba un pantalón de pana color gris, una playera blanca, chamarra de piel color negro y la barba que le caracterizaba, se metió por la parte de atrás del salón mientras iba preparando sus armas para realizar su acto el cual se veía ya lo tenía todo planeado. Diez minutos después, mientras el mariachi tocaba "El Son de la Negra", comenzaron a escucharse las detonaciones enmedio de gritos tanto de hombres como de mujeres, Barrabás le pedía a los mariachis que siguieran tocando hasta que terminara la balacera que estaba acabando con la vida de los asistentes al evento.

Barrabás terminó su trabajo, baleó a los mariachis y se fue para afuera del lugar mientras todos esos criminales salían huyendo despavoridos porque sabían que a ellos también les iba a tocar matarile -yo incluido- unos pudieron escapar mientras que el tipo que me pendejeó fue víctima del célebre asesino serial, lo peor de todo es que notó que yo iba corriendo, por lo que el tipo salió tras de mí para llenarme de plomo, intenté esconderme en un restaurante de tacos que estaba abierto a las ya 5 AM, pero como no quise causar problemas decidí no meterme.

La verdad yo ya no sabía por donde andaba, en eso ví a una señora como de 45 años de edad en su carro el cual era de modelo deportivo manejado por un chofer y tenían una canción pop de los 80 a todo volúmen, adelante de ellos estaban dos hombres en un Bora color blanco que aparentaban ser ejecutivos, vestían traje y corbata, en eso llegué con la señora para pedirle de favor me llevara a mi hotel porque venía alguien tras de mí y que no encontraba taxi, en ese momento apareció el maldito Barrabás disparando a la señora y al chofer, me escondí abajo del carro de los ejecutivos quienes también fueron asesinados, ahí me di cuenta que mi fin ya era inminente, Barrabás me había visto, sacó la metralleta y.....desperté, eran las 7:18 AM del día de hoy Martes 7 de Mayo en un bonito amanecer en Guadalajara, por lo que me cambié para pasear al perro.


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