¿A qué le tenemos miedo?

Creo que no queremos aspirar a ser un mejor país donde nuestros descendientes tengan más oportunidades, las cuales escasean hoy en día.

La elección del estado de Guerrero es una vergüenza para nuestra sociedad, con trucos y golpes bajos los candidatos tanto del PRI, como del PRI -perdón, PRD- son la muestra de la degradación de los políticos en México a consecuencia de una sociedad que se queda cruzada de brazos cruzados.

El cambio que prometió el panismo hace más de diez años no ha sido real, ni siquiera por default, no hemos entendido que para ser una mejor nación, nosotros como ciudadanos tenemos que hacer la parte que nos corresponde y a la vez ser exigentes con quienes nosotros elegimos cada determinado período. Ahí están los ejemplos de Túnez y Egipto, donde su sociedad se puso de acuerdo para sacar a gobiernos que generan pobreza para las mayorías y riqueza para unos cuántos, lo que ha generado el hartazgo y por ende la demanda de un mejor trato de los empleados de la gente.

Sigamos el ejemplo de los países africanos, no tengamos miedo a salir a la calle y manifestarnos el que ya no queremos un mal gobierno, no hay necesidad de tomar las armas ni realizar revueltas radicales, actuemos en base a la ética, la razón y en el cumplimiento de nuestras obligaciones, ya estuvo bueno de tener gobiernos corruptos que solo viven a costa de nuestros impuestos y encima nos golpean con servicio de mala calidad.

Kalimba, el mártir de los medios.

Antes de comenzar, quiero aclarar que esta entrada del blog es una crítica hacia los medios de comunicación y la sociedad que prestó atención al asunto, no a la figura del cantante.

Nuevamente los medios de comunicación dieron un golpe bajo a la razón con el tema de la liberación del cantante Kalimba, quien fuera acusado de violación de menores a finales del año pasado en la ciudad de Chetumal, Quintana Roo, después de haber participado en un bar de la ciudad antes citada en calidad de DJ.

Tomas especiales, declaraciones que al final eran desmentidas, entrevistas, reportajes, coberturas hasta la ciudad de Chetumal y criminólogos, fueron elementos usados por las televisoras para entretener a un público que ya acepta cualquer cosa que cree pensar como noticia y que los conmocionó al punto de realizar marchas en favor de su libertad el sábado 22 de Enero pasado, crear grupos en las redes sociales y hasta oraciones para demostrar que el ex cantante de OV7 no era culpable de tal delito.

Lágrimas y risas brotaron de los fanáticos de Kalimba al momento de conocer su situación jurídica, ya que los medios se encargaron de que el asunto fuese un tema de interés nacional pintando al actor principal como un mártir, víctima de una jovencita que quiso tener sus quince minutos de fama y que probablemente pagará las consecuencias de tan grave error.

Kalimba es el menos culpable del asunto, ya que fue usado como carne de cañón por parte de las televisoras que de quien lo acusó, es de todos sabido que a la gente de la pantalla chica no les importa tener programas con contenido que forme crítica y que debata temas que aquejan al país para así encontrar las soluciones que nos lleven al desarrollo, sino entretener y cumplirle a sus patrocinadores.

Mientras la gente celebra el hecho de la liberación como si el país fuese a mejorar, los periodistas de la tv siguen sin tocar temas como la ilegal desaparición de Luz y Fuerza del Centro, la desatención del gobierno hacia el caso de la guardería ABC de Hermosillo, el aumento del subempleo en el sector informal o la fallida guerra contra la delincuencia emprendida por Felipe Calderón, entre otros asuntos.

Gana la televisión y pierde la inteligencia con el caso Kalimba, ¿hasta cuándo apagaremos la tv?

Todos marchan por Kalimba

Desde que me enteré del caso de Kalimba, realmente no le dí mucha importancia, no tanto por que me caiga mal el cantante, sino por que no soy fan de su música. El asunto ha ido más allá al grado de que el ex integrante de Onda Vaselina y después OV7, está en la cárcel esperando sentencia tras ser acusado de violación de menores.

El acto por el que es acusado Kalimba tiene bastantes claroscuros, ya que él se mantiene tranquilo y la parte victimada se contradice en cada declaración, lo que haría suponer al Ministerio Público de que la menor y su familia podrían estar echando mentiras. A lo cual nos preguntamos "¿es un fraude de la joven o un montaje mediático para distraer nuestra atención?

Pero lo más llamativo es la marcha que organizaron los cantantes y actores, los cuales fueron apoyados por fanáticos del cantante con el objetivo de demostrarle a Kalimba que no está solo y que hay quienes creen en su inocencia. La solidaridad por un compatriota mexicano aparece únicamente cuando algún personaje famoso enfrenta un caso como el mencionado anteriormente -o cualquier otra circunstancia- pero no así si algún ciudadano común enfrenta una injusticia.

Podemos sacar miles de conclusiones, pero la verdad absoluta no será posible concerla mientras la prensa siga escondiendo celosamente lo que ocurra alrededor del caso con tal de ver en aumento su rating, omitiendo con esto otros hechos como el de Marisela Escobedo, la activista cobardemente asesinada en Chihuahua quien clamaba justicia por su hija violada y asesinada, así como otros miles de situaciones similares que ocurren todos los días, pero que no son de la atención de la población en general, porque no se trata de una figura pública.

Siendo optimista, espero que la iniciativa para defender a Kalimba sea el primer paso para ponernos de acuerdo cuando se trata de defender a nuestros semejantes, miles de injusticias se cometen en nuestro país, y aunque pensemos "no me pasará", tristemente estamos metidos en el mismo sistema corrupto del cual podríamos ser víctimas, iniciemos ya.