jueves, 27 de enero de 2011

Kalimba, el mártir de los medios.

Antes de comenzar, quiero aclarar que esta entrada del blog es una crítica hacia los medios de comunicación y la sociedad que prestó atención al asunto, no a la figura del cantante.

Nuevamente los medios de comunicación dieron un golpe bajo a la razón con el tema de la liberación del cantante Kalimba, quien fuera acusado de violación de menores a finales del año pasado en la ciudad de Chetumal, Quintana Roo, después de haber participado en un bar de la ciudad antes citada en calidad de DJ.

Tomas especiales, declaraciones que al final eran desmentidas, entrevistas, reportajes, coberturas hasta la ciudad de Chetumal y criminólogos, fueron elementos usados por las televisoras para entretener a un público que ya acepta cualquer cosa que cree pensar como noticia y que los conmocionó al punto de realizar marchas en favor de su libertad el sábado 22 de Enero pasado, crear grupos en las redes sociales y hasta oraciones para demostrar que el ex cantante de OV7 no era culpable de tal delito.

Lágrimas y risas brotaron de los fanáticos de Kalimba al momento de conocer su situación jurídica, ya que los medios se encargaron de que el asunto fuese un tema de interés nacional pintando al actor principal como un mártir, víctima de una jovencita que quiso tener sus quince minutos de fama y que probablemente pagará las consecuencias de tan grave error.

Kalimba es el menos culpable del asunto, ya que fue usado como carne de cañón por parte de las televisoras que de quien lo acusó, es de todos sabido que a la gente de la pantalla chica no les importa tener programas con contenido que forme crítica y que debata temas que aquejan al país para así encontrar las soluciones que nos lleven al desarrollo, sino entretener y cumplirle a sus patrocinadores.

Mientras la gente celebra el hecho de la liberación como si el país fuese a mejorar, los periodistas de la tv siguen sin tocar temas como la ilegal desaparición de Luz y Fuerza del Centro, la desatención del gobierno hacia el caso de la guardería ABC de Hermosillo, el aumento del subempleo en el sector informal o la fallida guerra contra la delincuencia emprendida por Felipe Calderón, entre otros asuntos.

Gana la televisión y pierde la inteligencia con el caso Kalimba, ¿hasta cuándo apagaremos la tv?

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