viernes, 14 de mayo de 2010

Adiós Chucho!





Ya se veía venir y la directiva americanista se había tardado, al famoso "Chucho" Ramírez lo pusieron como campeón y lo corrieron del club de Coapa.

Ahora el americanismo -obra de Televisa- celebra, se emociona, brinca de gusto así como cuando Jesús Ramírez hizo campeón a México en el mundial sub-17 el día en que se recordaba la trágica matanza del 68, tal fue el júbilo que el "chucho" ya se le trataba como un Mesías capaz de dirigir al futbol mexicano a la tierra prometida de la gloria, pero su paso en América fue más penoso que glorioso, por lo que acabó crucificado mientras que el Barrabás Michel Bauer sigue muy a gusto sentado en la silla del Club América cuando su afición pude la cabeza del presidente águila.

Pero cuál es el motivo para celebrar la salida de Jesús si América tiene encima una crisis futbolística desde la salida de Cuauhtémoc Blanco en el 2007 para después irse al Chicago Fire de la MLS, el equipo no tiene estructura futbolístca para que haga ese "futbol espectacular" que gritan los comentaristas de Televisa cada vez que toman el balón, no se trabaja en fuerzas básicas y sólo contratan jugadores extranjeros carísimos nada más para hacer la nota de Televisa Deportes, impresionar a los rivales e ilusionar a la afición que termina decepcionada con resultados paupérrimos ya que el América es un grande del futbol nacional, según las sabia palabras de los que dicen saber de futbol.

El América debe resolver el problema desde la raíz y no dar soluciones superficiales como esa de contratar jugadores caros que no hacen nada, para ello deberá identificar qué es en lo que se está fallando para que se pueda armar un plan de trabajo que involucre a la directiva, jugadores y cuerpo técnico cuyo único objetivo sería estar en los primeros planos, también debe armar una estructura futbolística capaz de formar jugadores desde su cantera y que ya deje de depender de figuritas para ganar los partidos.

Esto no sólo le convendría al América, sino al futbol mexicano, porque obligaría a los demás equipos a ser más competitivos y tener una liga más interesante, cosa que no ha ocurrido en los llamados torneos cortos donde equipitos como el Pachuca y Morelia han salido de la nada y se sienten los grandes.

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