lunes, 21 de junio de 2010

Estudiar para ser encuestadora

Vaya que está cabrón encontrar empleo en éste sexenio de quien nos lo prometió, resulta que ya fueron los del INEGI a hacer la encuesta para el censo 2010, para ello mi madre recibió a la chava que estaba llevando a cabo dicha labor y después yo salí de chismoso, tengo que admitirlo. En el tiempo que mi madre respondía el cuestionario el cual ya está bien simple porque sólo se limita a preguntas como cuántas personas viven en el hogar, cuáles son sus nombres, edad de cada integrante de la familia, a qué se dedican, etc., también le sacamos plática a la colaboradora del censo para saber cuántos monos somos actualmente en México.

Bueno, pues resulta que la chava encuestadora tenía 23 años, había estudiado ciencias políticas (no recuerdo donde), que sus padres habían hecho un enorme sacrificio para pagar la carrera y que estaba sumamente molesta al no poder encontrar empleo a pesar del dinero empleado para pagar la universidad y muchas horas de estudio. Nos comentaba la encuestadora a mi madre y a mí que el INEGI les estaba pagando sólo cuatro mil pesos al mes, menos prestaciones, y que después de haber terminado el censo, otra vez se hiría a la búsqueda de empleo y que eso le tenía preocupada (como a la mayoría de los egresados de la universidad) ya que desde que había egresado de la carrera no encontraba chamba en lo que quería desempeñarse, que era el sector público.

La verdad dá mucho coraje ver estas situaciones, lamentablemente a los jóvenes cada vez nos limitan las oportunidades de crecer, y luchar por una plaza laboral está caramba porque además de uno se encuentran cientos de personas esperando a ocupar el mismo empleo, por lo que uno se pregunta para qué sirve pagar una carrera universitaria si al final está caramba ocuparse la profesión por la cual se estudió y el sueldo son unas cuantas migajas, ni hablar de poner tu propio negocio porque, aunque parece increíble, la gente no confía de empresas conformadas por jóvenes ya que somos tachados de "inexpertos", aunque hallamos estado en ciencias económico administrativas.

Y para que dé más coraje, hoy en la mañana que anduve por el centro de Zapopan, hay banquetas con parquímetros, pues cuando llegué a estacionar mi vehículo, una señora estaba en friega poniéndo multas, nomás de verle la cara a la señora uno se daba cuenta de que era bien canija. Pues cuando regreso a mi carro le pregunté a un señor que lava carros sobre si la mujer ya se había ido y me contestó que efectivamente así era, dicho sea de paso mencionó que era "bien jodona" y nomás estaba viendo qué estaba mal acomodado, para acabarla de amolar, por sólo poner infracciones que ni siquiera son de tránsito, ganaba al mes cuarenta mil pesos, nomás por joder al prójimo, que desde la anterior administración la cual era panista ya estaba laborando, ahora que está el PRI sólo cambiaron de labores al personaje antes citado pero con el mismo sueldo porque no la pueden correr, sabrá Dios si es cierto.

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