Pues bien que no cerrarán los antros en Guadalajara a las 2 A.M. como lo estaba proponiendo la bancada panista, pero la venta de bebidas alcohólicas estará permitida hasta las 3 A.M. y de ahí ni una copa más aunque el cliente pague extra por el precio de la botella o de la copa, esto es para que los jóvenes no consumamos alcohol de más y reducir el número de accidentes por "borrachazos", además, habrá multas económicas a los establecimientos que permitan la entrada a menores de edad las cuales irán desde los nueve mil pesos.
Me parece que es una buena medida y no es tan agresiva sobre todo a los dueños de los antros que veían como una seria amenaza que sus negocios cerraran a las 2 A.M., pero eso no impide que los consumidores puedan emborracharse en el periodo de venta de alcohol, ya que incluso, muchas personas ya llegan en estado de ebriedad a los centros nocturnos, lo que también podría suceder es que a partir de la hora para dejar de vender bebidas embriagantes los clientes podrían salir del lugar y buscar otro sitio donde seguir la juerga, por lo tanto, el riesgo de sufrir un accidente todavía estaría latente como ahora. En cambio, para el que piensa que no es necesario el alcohol para divertirse le dará igual la medida.
Aún quedan muchos cabos sueltos, falta establecer el alcoholímetro, organizar una campaña de conductor designado o promover un servicio de transporte que reduzca el riesgo de sufrir daño por accidente, así como una activa inspección de establecimientos antes y durante la actividad de los mismos para verificar que no se vendan bebidas adulteradas, que no halla actos de discriminación y que el lugar cuente con las medidas establecidas por protección civil, confío en que poco a poco esto se vaya aterrizando y poder así disfrutar de la vida nocturna que ofrece Guadalajara.
En cuanto a los castigos por meter menores a un antro, realmente los establecimientos pueden solventar la sanción ya que tienen capacidad económica para hacer el gasto, por lo tanto, una buena medida de castigo podría ser la clausura definitiva del local o bien, pagar una multa equivalente al total de las ventas mensuales del bar o antro, aquí podría entrar Hacienda para hacer una auditoría y comprobar de paso si el lugar cumple con sus obligaciones fiscales, ahí los dueños de los establecimientos si se la pensarían más de dos veces para meter personas menores de dieciocho años.
Por lo demás sólo debemos de ocuparnos en divertirnos sanamente.
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