En México, además de ser minero, guardia del Panamericano, albañil y un largo etcétera, el fungir como Secretario de Gobernación se ha vuelto una actividad sumamente peligrosa la cual se puede pagar hasta con la vida misma. Después del lamentablemente accidente que terminó con la vida de Francisco Blake Mora el pasado Viernes 11 de Noviembre, ha sido nombrado en su lugar Alejandro Poiré (léase Puaré) quien desempeñó el cargo de director del CISEN.
El discurso de Poiré es el mismo que se ha utilizado durante todo el sexenio de Felipe Calderón, el cual tiene como tema "el combate a la delincuencia", señal de un político más del montón que solo ve por los intereses de su gente y hace caso omiso a la población que tanto clama por la paz en México y se haga justicia por los abusos cometidos tanto de funcionarios como de autoridades que no sirven a la nación como tiene qué ser.
Un puesto como Secretario de Gobernación requiere de astucia, estratégia, visión, responsabilidad y sobre todo acción, eso no se ve con el nuevo inquilino de Bucareli puesto que trae en sí una actitud belicosa que continuará con los ríos de sangre que corren a lo largo y ancho del país cobrando la vida de más de 50 mil personas, creando de esta manera una psicósis nunca antes vista en la población.
Sin embargo, y puede que peque de ingenuo, ojalá que Alejandro Poiré tome conciencia de la tarea que va a desempeñar, abra los ojos para que entienda que la estrategia de Felipe Calderón no está bien y pueda así poner algo de orden, o mejor dicho, disminuya el caos.
El discurso de Poiré es el mismo que se ha utilizado durante todo el sexenio de Felipe Calderón, el cual tiene como tema "el combate a la delincuencia", señal de un político más del montón que solo ve por los intereses de su gente y hace caso omiso a la población que tanto clama por la paz en México y se haga justicia por los abusos cometidos tanto de funcionarios como de autoridades que no sirven a la nación como tiene qué ser.
Un puesto como Secretario de Gobernación requiere de astucia, estratégia, visión, responsabilidad y sobre todo acción, eso no se ve con el nuevo inquilino de Bucareli puesto que trae en sí una actitud belicosa que continuará con los ríos de sangre que corren a lo largo y ancho del país cobrando la vida de más de 50 mil personas, creando de esta manera una psicósis nunca antes vista en la población.
Sin embargo, y puede que peque de ingenuo, ojalá que Alejandro Poiré tome conciencia de la tarea que va a desempeñar, abra los ojos para que entienda que la estrategia de Felipe Calderón no está bien y pueda así poner algo de orden, o mejor dicho, disminuya el caos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario