miércoles, 23 de noviembre de 2011

Laura Bozzo, la "Señorita Vulgar".

"Mejor apaga la televisión y lee un libro", es el mejor consejo que uno puede dar y recibir para expresar nuestro rechazo hacia la programación de los medios mexicanos provenientes del duopolio televisivo el cual es integrado por Televisa y Azteca, cuyo único objetivo es entretener por entretener con producciones pobres en contenido y poca dosis de aprendizaje, cultura y reflexión.

Y para muestra un botón, la conductora peruana Laura Bozzo encontró en México un excelente espacio para seguir con sus programas donde cree resolverle la vida a sus invitados los cuales son, por lo general, personas de escasos recursos económicos y con poca educación académica que en realidad sirven de mercancía para mantener contentos a los patrocinadores que pagan por aparecer en los comerciales mientras se hacen las pausas. La vulgaridad, el morbo y el chisme son los ingredientes usados para poder alborotar a la audiencia y así mantenerla cautiva, y si se puede, lograr el incremento de la misma.

También conocida como "Señorita Laura", esta ya trae arrastrando un penoso y oscuro pasado en su país natal, ya que fue acusada de ser favorecida con apoyos gubernamentales a cambio de "quemar" opositores políticos al presidente Alberto Fujimori, quien fue aprendido por actos de corrupción y crímenes contra la humanidad durante su mandato, Bozzo tuvo fue recluida en forma domiciliaria ya que se le acusaba de complicidad con el presidente antes mencionado y su secretario Montesinos, lo que da prueba de su baja calidad moral como persona y todavía tiene el descaro de fungir como líder moral.

Ahora esta mujer viola a sus anchas la Ley de Radio y Televisión del país azteca, esta claramente indica que el contenido de los programas debe fomentar los valores y la integración familiar, pero la tal "señorita" ya le gustó utilizar palabras altisonantes creyendo así tener bajo control a los ofensores de las víctimas dándoles una lección de comportamiento. Es indignante ver como esta mujer cree resolver problemas provocando pleitos, dando falsas señales a sus televidentes los cuales interpretan a la intolerancia, el insulto y la violencia como el medio para resolver conflictos de cualquier índole.

Un caso similar se presenta en Azteca con Rocío Sánchez Azuara con "Cosas de la Vida", pero no es más que el mismo concepto, demostrando así que ni Emilio Azcárraga, ni Ricardo Salinas Pliego no tienen el valor, y les vale.

Honestamente no creo que exista alguien en su sano juicio que quiera asistir a un programa de televisión para poder solucionar los conflictos que pudiese tener con la familia, como dicen, la ropa sucia se lava en casa. Recordemos pues que la gente civilizada se entiende escuchando y hablando, fomentemos el respeto y la comprensión, no hagamos caso a programas de televisión con contenido pobre.

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