sábado, 12 de febrero de 2011

Los jóvenes sólo quieren divertirse.

Una nueva desgracia ocurrió en la ciudad de Guadalajara, donde la vida nocturna se ve otra vez afectada por hechos violentos que derivaron en el fallecimiento de 9 jóvenes y más de 50 lesionados, todo esto mientras abandonaban el antro llamado "Butter Club", otrora "Element", a una cuadra de la glorieta de La Minerva.

Se presume de que todo esto fue ocasionado por un "pleito entre particulares", dicen las autoridades, más no existe prueba alguna de ello, lo que si es cierto, es que el Estado es incapaz de proveer seguridad a su población, tampoco los antros.

Si los centros nocturnos no son capaces de garantizar un ambiente tranquilo a todos sus visitantes, sería bueno que los jóvenes dejen de ir a esos lugares, además de que su trato hacia el consumidor no es muy bueno que digamos.

Y mientras la sociedad debate quién o quiénes tuvieron la culpa, nadie de nosotros es bueno para dar muestras de solidaridad a todos esos chavos que vivieron horas terribles, así como sus padres de familia, que en estos momentos deben estar más que consternados.

Atrás quedaron los tiempos en los que uno podía gozar de la divertida vida nocturna que ofrecía Guadalajara, donde lo único que importaba era echar el relajo, beber unas copas y pasarla bien con los amigos y la pareja. Ojalá esas noches vuelvan pronto.

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