A dos años de la influenza

Fue hace exactamente dos años cuando se hizo pública la noticia de un brote de influenza, la cual según la Secretaría de Salud, era mortal si no se detectaba a tiempo, y como todos recordamos, se nos recomendó no salir a lugares públicos, como cines, cafeterías, restaurantes, parques, tiendas departamentales, etc., a fin de no ser contagiados por el virus de la influenza AH1N1.

Qué tristes lucían las calles, prácticamente solas porque eran pocos los que se atrevían a "afrontar el peligro", los comercios vieron caer sus ventas de forma impactante ya que no habían clientes que pudieran hacerse de productos y servicios, ni qué decir del estado mental de la población, estaba atemorizada por que la enfermedad les fuera a acabar la vida. En cambio, los hospitales lucían llenos de personas que acudían por un cubre bocas o recibir atención médica, creyendo haber contraído el virus.

A pesar de la alerta, al menos en mi círculo social jamás supe de alguien enfermo por la bacteria, incluso, algunos amigos me comentaron que tampoco vieron a algún familiar o conocido contagiado, lo que hizo pensar a muchos mexicanos de que eso de la pandemia era un nuevo truco del gobierno.

Pasó la alerta y todo se restableció, ahora la lucha era por volver a sacar la chamba adelante y protegernos con vacunas para que no nos enfermaramos.

Dos años han pasado, y la cuesta ha sido más pesada de lo que se esperaba, al parecer, lo único que dejó la medida gubernamental fue la quiebra de negocios y la pérdida de empleos, porque los patrones ya no percibieron dinero para poder mantener los gastos, no se extrañe el porqué el que la cuesta de Enero siga en finales de Marzo. Otra secuela es que el gobierno federal encabezado por el PAN perdió aún más credibilidad, lo que tuvo como consecuencia la pérdida en las elecciones intermedias del 2009 y ganar el estereotipo de ser una gestión autoritaria, capaz de engañar a su población con tal de ser obedecido.

Cierto, el mundo no se acabó, pero que friega le paró al país.