viernes, 2 de julio de 2010

Hoy, hoy, hoy no se ha visto el cambio.

Hace diez años México votó por el "cambio", seis años después el cambio se convertiría en fraude para después pasar a la sangre.

Diez años de gobiernos panistas que sólo ofrecieron buenas intenciones pero terminaron siendo buenos ladrones, en el 2000, año en el que Vicente Fox hizo la hazaña de sacar al PRI de Los Pinos, nadie de nosotros imaginaba que los blanquiazules fuesen elitistas, desconocedores del laicismo y buenos maestros en el manejo de la doble moral.

Vicente Fox llegó, comió ($$$) y se fue, desde que llegó a la presidencia parecía que ya se estaba retirando, recordemos que en Noviembre del 2006 dijo que ya podía decir cualquier tontería, al fin y al cabo ya se iba. Bajo el estandarte de la Virgen de Guadalupe, Fox se dedicó a decir cualquier barbaridad dando muestras de su ignorancia, falta de diplomacia y visión de Estado, como olvidar el "llegas, comes y te vas", "las mujeres son lavadoras de dos patas", "me comieron la lengua los ratones y la que habla es la señora (Martha Sahagú)", y hablando de la Sra. Martha, que lejos de casarse con Vicente pareció que se había sacado la lotería. En resumidas cuentas, el (des)gobierno de Vicente Fox fueron seis años perdidos.

Y la sangre llegó en 2006, tras una guerra publicitaria asquerosa en contra de Andrés Manuel López Obrador del PRD, el PAN impuso a Felipe Calderón como presidente de México, claro está que con la ayuda del PRI y de Elba Esther Gordillo quienes decidieron darle la espalda a su candidato Roberto Madrazo. Del 2006 para acá se ha visto lo peor de los gobiernos panistas: militarización de las calles y más de 22 mil muertos en una supuesta guerra contra la delincuencia, una economía debilitada que no es capaz de generar oportunidades de empleo y mejorar el clima de negocios para atraer la inversión local y extranjera, servicios públicos endebles que no atienden a la población, desaparición de empresas y sindicatos para cumplir con favores políticos-económicos no importando el debilitamiento del libre mercado y de la clase trabajadora, para colmo, se han inventado dos impuestos (IETU e IDE) y aunque hayan sido eliminadas una que otra contribución (Impuesto al Activo), el resto de los impuestos como el ISR y el IVA sufrieron incrementos que a la vez sirvió para que las empresas aumentaran sus precios debilitando así el poder adquisitvo de los consumidores.

Mientras la población mexicana poco a poco deja de creer en FCH y el PAN, los militantes panistas abogan por su "presidente" pensando que de esa manera México saldrá adelante y taparán la boca a sus críticos que mejor deberían ponerse a trabajar (así dicen), cuando en realidad se trata de una ceguera doctrinal que no les permite ser autocríticos, lo cual tiene como consecuencia que la institución se vaya desmoronando aún más y que pierda credibilidad por parte de los votantes.

Hoy, hoy, hoy pero de hace diez años, los mexicanos creíamos que el cambio estaba hecho, por fin seríamos un mejor país con el PRI fuera de Los Pinos, pero de la algarabía nos fuímos a la desilución, "el gobierno del cambio" estaba fallando a pesar de que se le pidió no hacerlo en aquella celebración del 2 de Julio del 2000 en el Ángel de la Independencia, el PAN merece el premio de "Récord Guinnes" ya que en diez años ha hecho al triple las mismas barbaridades que los priístas cometieron en 71 años. El PAN no encuentra la puerta, está destruido por dentro y por fuera, por ello tiene que recurrir a campañas de desprestigio contra sus opositores, al mismo tiempo México se tiñe de rojo cada día y no sólo por la sangre ante un plan mal hecho para combatir el crimen, sino además por el probable regreso del PRI en 2012.

Pero lo que más le importa al panismo es estar en el poder, "haiga sido como haiga sido, aunque Manuel Gómez Morín se haiga morido"


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