viernes, 13 de agosto de 2010

Lo que antes me alegraba y ahora no (tanto)

Comparto contigo algunas cosas que en mi niñez, adolescencia e inicio de mi adultez era para mí una alegría y que ahora me ha desilusionado.


Las películas de Cantinflas.

De niño me fascinaba ver al comediante más famoso de México en el Mundo, cada que en el canal 2 de Televisa se anunciaba su transmisión me preparaba para ver dichas películas, lo que más me hacía reír eran sus ocurrencias y me emocionaba cada vez que el mítico personaje de nuestro país se metía en problemas. Ahora veo una película de Cantinflas y ya no me da risa, ya que el personaje fue usado por el régimen priísta para decirle a la audiencia que sus instituciones eran funcionales, honestas y de primer mundo, eso se nota en cada una de las cintas como en la de "El Barrendero", donde Mario Moreno hace práctica de sindicalismo charro al tratar de convencer a sus compañeros de no írse a huelga para exigir un aumento de sueldo, porque de lo contrario la ciudad (seguramente el D.F.) se llenará de basura, por lo tanto se violarán sus PRIncipios revolucionarios.


El futbol.

¡Oh!, llegaba el fin de semana y no me perdía el futbol para nada, veía no sólo la liga mexicana, también la española e inglesa -el futbol italiano no me gusta-, creía en ese deporte como una buena y sana manera de divertirse un rato, pero años después, a la mala, me dí cuenta de que el "juego del hombre" era no sólo una diversión, sino una distracción para mantener a la gente entretenida mientras que el gobierno y unos cuantos rateros llamados empresarios, líderes sindicales, maestros, policías, etc., extorcionaban, amenazaban y hasta subían precios e impuestos a la población. Ahí está el claro ejemplo del partido de México vs Italia en Junio de éste año, mientras medio país se desvivía por la victoria del combinado verde sobre los azzurri por 2-1, en el Congreso de la Unión se debatía la posibilidad de agregar un 8% de impuestos a artículos tecnológicos como las computadoras y celulares.

Otro ejemplo es el partido que se llevó el miércoles pasado entre México y el actual campeón del Mundo, España, en el estadio Azteca. El objetivo es "celebrar" el Bicentenario de la Independencia jugando contra la madre patria y qué mejor que ganándole, pero eso no se pudo porque el juego terminó empatado a un gol, por lo tanto el patriotismo no se vió levantado y no será así con una supuesta guerra contra el narcotráfico y el desempleo sigue aumentando, así como los capitales tanto nacionales como extranjero.

Como decían los romanos: Al pueblo pan y circo.


El Partido Acción Nacional (PAN).

Cerca de las elecciones de 2006 yo ya tenía edad para votar, sabía de la importancia que tendría mi sufragio para elegir al sucesor del inoperante presidente Vicente Fox Quesada, del PAN. Siempre he simpatizado con el pensamiento capitalista, o mejor dicho, que se apoye el sistema de libre mercado para que la gente se dedique a lo que quiera y así poder llevar una vida digna. No creía en el PRI por lo mal que gobernaron durante casi todos los 71 años que se mantuvo en el poder: devaluaciones económicas, carestía, corrupción, censura a la libertad de expresión, represión a la sociedad mediante matanzas, manipulación de masas a través de los medios de comunicación, etc. El PRD tampoco me parecía buena opción debido a que se supone, eran de izquierda, los que iban a expropiar todos los medios de producción para que por fin México fuese un país regido por el pensamiento de Marx, cuyo movimiento sería lidereado por Andrés Manuel López Obrador. Volteando a ver, me encontré con el PAN, un partido de "gente honesta", "solidaria" y sobre todo "respetuosa", pero su plus era apoyar la causa empresarial, por lo tanto pensé que sería la mejor opción, además era un partido que simpatizaba con los jóvenes.

Llegó el 2 de Julio del 2006, muy feliz elegí a Felipe Calderón Hinojosa como presidente, a Emilio González Márquez como gobernador de Jalisco, a Juan Sánchez Aldana como alcalde de Zapopan y para legisladores también elegí al PAN. No cabía de alegría al saber que "mis candidatos" habían ganado, tan panista me hice que hasta incursioné en las filas de Acción Nacional a principios del 2007, creía yo que, relacionándome bien y trabajando arduamente, llegaría muy lejos en la política, tal vez sería diputado, senador o hasta presidente de la República Mexicana por el PAN. Pero todo sueño (guajiro) tendría que acabar algún día, y ese día fue cuando conocí a los verdaderos militantes blanquiazules: practicaban la doble moral a todo su esplendor, y no sólo eso, además las cifras de seguridad, económica y social determinaban que el dichoso gobierno del cambio era sólo una farsa bastante cruel. Terminé por salir del partido....pero por la puerta de atrás, ya que algunas personas me llamaron "traidor", noté que les sangraba la lengua.

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